La coyuntura electoral latinoamericana para 2023 ha comenzado este mes de febrero en Ecuador.
Y se ha iniciado con sorpresa: la derrota del gobierno en el referéndum cuando las encuestas decían que ganaría…
Y con el triunfo de la izquierda (el correísmo) que, por ejemplo, ha conquistado Guayaquil una plaza que por más de 30 años fue gobernada por el centroderecha.
Unos resultados que han dejado muy debilitado al gobierno de Guillermo Lasso al que aún le quedan dos años y hay dudas de que pueda terminar su mandato. Lo que parece seguro es la imposibilidad para que el ejecutivo ecuatoriano avance en reformas estructurales dada su gran soledad política.
Ecuador marca el rumbo para este año donde habrá elecciones en Paraguay, Argentina y Guatemala: la tónica pasa por derrotas de los oficialismos producto del malestar ciudadano y aumento de los gobiernos débiles y la fragilidad institucional y de la gobernabilidad