Cuentos chinos con fondo tropical en un nuevo “desorden” internacional: China en Centroamérica

Universidad Francisco Marroquín de Guatemala
China provoca reacciones variopintas, según el enfoque desde el que se analice y el lugar del mundo en que se haga. En Centroamérica, se oyen frecuentemente voces que proponen romper relaciones diplomáticas con Taiwán (aunque solamente quedan tres países que las mantienen: Guatemala, Honduras y Belice) y establecerlas con el gigante asiático sobre la base de que ese enorme mercado es más propicio para comerciar.

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Pedro Trujillo Álvarez[1]

La conocida frase: “es un cuento chino,” pretende trasladar al receptor la idea de que aquello que dice el relator, tiene más de fantasía que de realidad o que los datos aportados no son ciertos. En resumen: es falso lo que se cuenta.

China provoca reacciones variopintas, según el enfoque desde el que se analice y el lugar del mundo en que se haga. En Centroamérica, se oyen frecuentemente voces que proponen romper relaciones diplomáticas con Taiwán (aunque solamente quedan tres países que las mantienen: Guatemala, Honduras y Belice) y establecerlas con el gigante asiático sobre la base de que ese enorme mercado es más propicio para comerciar. En el análisis excluyen normalmente la valoración geopolítica y la geoeconómica, quizá porque visualizan a China como un país políticamente comunista pero capitalista en su economía, y ese debate conceptual puede incidir en el resto de las apreciaciones, y llegar a desvirtuarlas.

Factor geográfico

La posición geográfica de la región centroamericana es estratégica. Conecta Norte (México y Estados Unidos) con Sudamérica y el Pacífico con el Caribe y el Atlántico. Desde un punto de vista geoestratégico, la región es una importante zona de interés para todas las potencias, especialmente para aquellas opositoras a los Estados Unidos, razón fundamental de las luchas sangrientas -de los sesenta a los noventa- en Nicaragua, El Salvador y Guatemala, pero también lugar estratégico para entrenar tropas que participaron en Bahía Cochinos o para “experimentar” con el trasiego de armas en el conocido escándalo Irán-Contra, en 1985.

Actualmente, se podría valorar la región -especialmente el denominado Triángulo Norte: Guatemala, El Salvador y Honduras, como un grupo de “estados colchón” para los Estados Unidos, particularmente desde la perspectiva del narcotráfico, lavado de dinero, crimen organizado, terrorismo y migración ilegal.

Las razones anteriores, entre otras, han podido ser el argumento para que tanto Rusia como China hayan prestado mayor atención a la región, y de tener relaciones diplomáticas sostenidas con Taiwán, se haya cedido el espacio a los chinos, quienes propugnan el lema de “una sola China”. En 2007 fue Costa Rica, Panamá lo hizo en 2017, El Salvador en 2018 y el pasado año de 2021 fue Nicaragua. Actualmente Guatemala, Honduras y Belice mantienen embajadas taiwanesas, aunque tras la elección de Xiomara Castro en Honduras pueda peligrar dicha relación, ya que durante su campaña electoral “se comprometió a romper relaciones con Taiwán a favor de Pekín”.[2]

Factor económico

El argumento más escuchado en la zona se refiere a las posibilidades que presenta el “enorme mercado chino”, como un referente de exportaciones y crecimiento económico para los países que tengan relaciones comerciales con el país asiático.

Sin embargo, hay dos factores que muestran la volatilidad de tal afirmación. El primero se refiere a la dificultad (cuando no incapacidad) de que países pequeños como los centroamericanos, puedan producir bienes o servicios en cantidad tan elevada como los solicita China. Por consiguiente, aunque el mercado chino sea de cientos de millones de potenciales consumidores, difícilmente se podrá exportar para una demanda tan exigente.

En relación con lo anterior, las exportaciones de la región a China -desde 2012 a 2021- se han incrementado de $498.760 millones a $1,160.479 millones (133%) -con importantes descensos durante 2016 y 2017-, de un total exportado de $52,102.177 millones, lo que representa alrededor del 2.23% del total del comercio de exportación centroamericano.

Las importaciones desde China, por su parte, pasaron, en el mismo periodo de tiempo, de $4,660.104 millones a $10,803.522 millones (132%), un porcentaje de incremento similar a las exportaciones pero que representa un 13.3% del total regional importado del resto del mundo ($80,803.367 millones).[3] Esto es: exportamos un porcentaje pequeño del total comercial, pero importamos seis veces más, lo que puede generar, con el tiempo, un cierto grado de dependencia.

Concurrentemente con lo anterior, en un reportaje publicado a inicios del presente año y titulado: Comercio entre América Latina y China crece sin precedentes, expertos piden «cautela» [4], se reflexiona sobre el incremento de las importaciones desde China, juntamente con la lectura política de desplazar a Taiwán de la zona, en un plan diferido hasta el año 2049.

Los proyectos chinos, entre 2005 y 2020, han crecido en toda América Latina hasta alcanzar los 138: 53 de energía, 10 en puertos, 8 telecomunicaciones y 49 transportes, todos sectores estratégicos. De ellos, 118 son de propiedad estatal y representan el 93.9% del presupuesto total asignado a aquellos.[5]

China cuenta con las mayores reservas de dólares -18% del total mundial- y suman más que las de Japón, Suiza, Rusia y Corea del Sur juntas[6]. Es el principal socio y el país con el que los Estados Unidos tienen el mayor déficit comercial. Desde 2009, la segunda economía del mundo ha promovido un nuevo colonialismo en África, lanzándose a la compra de las materias primas de dicho continente y convirtiéndose en el principal y estratégico socio comercial africano, lo que algunos interpretan como una “adquisición” progresiva que generará dependencia. China, además, desea crear su propio “internet”, es pionera en producción y exportación de tecnología y destaca en marcas de telefonía celular que lideran parte del mercado.

Factor sociopolítico

En el mismo reportaje antes citado (France24), se puede leer: «las élites políticas y económicas pueden ver a China como la prueba de que el desarrollo y la prosperidad sin democracia es posible».

Es verdad que las inversiones requieren de certeza jurídica, pero no es menos cierto que determinados países autoritarios la generan. Sin embargo, el tema chino pareciera reconducirse por otros derroteros.

China es una gran industria integrada por 1,500 millones de obreros y empresas cuyo gobierno pone a trabajar metódicamente en función de intereses políticos y expansionistas. Adquiere deuda externa de países lo que provoca dependencia a futuro, provee préstamos millonarios que hipotecan vitaliciamente al deudor, produce más barato que cualquier competencia porque no hay libertad económica ni empresarial y el gobierno decide salarios y márgenes comerciales. En el fondo, planifica la conquista del mundo con una adecuada y eficiente herramienta: la geoeconomía

En Centroamérica, determinadas circunstancias política hicieron que ciertos países de la región apostaran por la nación asiática, especialmente después de la cuestionada administración política del gobierno del FMLN, del tránsito al autoritarismo en Nicaragua (Ortega-Murillo) o del populismo en El Salvador (Bukele). Sin embargo, no fue esa perspectiva política la que pudo animar a Costar Rica o Panamá a cambiar sus relaciones con Taiwán en favor de China. Si hubo promesas, en todos ellos, de construcción de infraestructura, donación de ayuda y créditos blandos, entre otras cuestiones, lo que pudo facilitar, seguramente, el acercamiento y hacerlo más rentable. En este complejo escenario, no hay que descartar la presión norteamericana a los gobiernos regionales, lo que terminó por generar un par de fuerzas opuestas pero complementarias. El apoyo chino durante la crisis del COVID-19 a los países centroamericanos afines, fue una realidad que no se ha observado en los otros, bajo la cobertura de la denominada “diplomacia de las vacunas”.[7]  

Es decir, se ha establecido una relación política, reflejada en apoyo económico, que se percibe beneficiosa para aquellos que dieron el paso y establecieron relaciones diplomáticas con China a pesar de las alarmas que saltaron con el caso del préstamo de un banco chino para la de la construcción de la autopista Bar-Boljare en Montenegro.[8] En este sentido, es necesario recordar la enorme inversión anunciada en Nicaragua, aunque no ejecutada a la fecha ($50,000 millones), para la construcción de una canal interoceánico alternativo al de Panamá o los $1,100 millones para una terminal de buques postpanamax denominada Panamá Colón Container Port (PCCP).[9]

A pesar de todo, el mayor punto de discrepancia en los distintos análisis sobre China quizá sea soslayar que es una dictadura, lo que debería impedir establecer comparaciones con economías capitalistas. La libre empresa, la legislación antimonopolios, la libertad de producir y consumir y el Estado de Derecho, entre otros, están ausentes en el Estado chino, cuyo gobierno direcciona según su interés las relaciones comerciales y la producción de bienes y servicios con la idea de acaparar mercados y liderar el mundo.

Factor seguridad

China busca un espacio geopolítico que le sirva para confrontar a los EE.UU., como antes lo hizo la URSS promoviendo y sustentado conflictos armados en Centroamérica y el Caribe -especialmente el caso cubano- y así lograr un posicionamiento estratégico ventajoso.

Lo que subyace en estas particulares relaciones es el ejercicio del poder, la voluntad de dominar y controlar un espacio geoestratégico -el centroamericano- de interés para esas potencias y en el que, desde hace años, se libran batallas -a veces silenciosas- en las que los habitantes del lugar padecen las consecuencias. Aquella doctrina Monroe de “América para los americanos” -traducida realmente por “América para los norteamericanos”- ha enfrentado fuertemente cualquier injerencia extranjera y confrontado con los medios disponibles o utilizables en cada momento: violencia, invasiones, dictadores, dinero, tecnología o listados de personas no deseables.

Un elemento que evidencia esa confrontación permanente es cómo a mediados de mayo 2022, en el Parlamento Centroamericano, se alentaron discrepancias -activadas por diputados nicaragüenses- sobre China-Taiwán, evidentemente a favor de la primera que es la que sostiene y aplaude dictaduras y populismos. Si en condiciones “normales” lo chinos entraron en la región, se establecieron y desplazaron a los taiwaneses -desde Panamá hasta El Salvador- es de suponer que en estos momentos políticos, en los que Estados Unidos tiene varios frentes internos y externos que lo confrontan (conflicto en Ucrania, caída del Nasdaq, elevada inflación, migración no controlada y elecciones en noviembre), consideren que es más fácil y de mayor rentabilidad política.

Conclusiones

A diferencia de la Guerra Fría, la región cuenta ahora con un nuevo actor: China. El juego antes era de dos, y ahora con tres se complica. Rusia no se confronta con China porque coinciden en otros lugares: Nicaragua, Venezuela y Corea del Norte, por ejemplo, y el único “enemigo” común es los Estados Unidos que parece ser “no advirtió” la lenta pero eficaz penetración china -tampoco rusa- en Centroamérica.

Es posible que, en pocos años, el mundo puede estar “controlado” por una China que está tomando el control -directo o indirecto- de muchos países a través de la compra de deuda externa, prestamos diversos, relaciones comerciales, diferentes inversiones y como peor escenario, con el anclaje a una tecnología que desbanque la occidental, por ahora todavía líder.


[1] Doctor en Paz y Seguridad Internacional. Profesor, analista y comentarista en prensa, radio y TV. https://www.linkedin.com/in/pedro-trujillo-alvarez-2254958a/

[2] China vs. Taiwán: qué países de América Latina y el Caribe reconocen a Taipéi. En: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-59608726

[3] Datos de: https://www.trademap.org/Index.aspx

[4] https://www.france24.com/es/programas/econom%C3%ADa/20220219-china-america-latina-comercio-economia

También en: https://www.bnamericas.com/es/reportajes/china-esta-marcando-mayor-presencia-en-el-sector-centroamericano-de-infraestructura

[5] https://www.redalc-china.org/monitor/images/pdfs/menuprincipal/DusselPeters_Monitor_Infraestructura_2021_ESP.pdf

[6] https://es.statista.com/

[7] Mas información en: https://www.cidob.org/es/articulos/anuario_internacional_cidob/2021/la_diplomacia_de_las_vacunas_retos_y_oportunidades_para_mexico_y_centroamerica

[8] https://www.elconfidencial.com/mundo/europa/2021-05-24/acabara-china-comprandose-montenegro_3088763/

[9] Más información en: https://dusselpeters.com/CECHIMEX/20200120_REDALC_CECHIMEX_Relaciones_politicas_e_internacionales_2019_Jose_Ignacio_Martinez_Cortes.pdf

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