Los partidos y coaliciones argentinos celebran elecciones internas este domingo 11 de agosto. Es importante estar atentos a los resultados porque, en realidad, se trata de una especie de primera vuelta antes de las elecciones presidenciales del 27 de octubre. Esto convierte a Argentina en un país en el que se dan, de facto, tres vueltas electorales: las PASO (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias), la primera vuelta el 27 de octubre y quizá un balotaje ya en noviembre.
¿Por qué hay que estar atentos a las PASO?
Dado que todos los partidos y coaliciones presentan una sola candidatura, los nombres de quiénes competirán por la presidencia en octubre ya se conocen, Entonces ¿qué hay en juego?
La clave pasa por ver quién logra movilizar a más electorado porque eso situaría como favorito para la cita en las urnas en octubre al que lo lograra.
En segundo lugar, importa mucho cuál sea la diferencia en las PASO entre los dos favoritos: entre el actual presidente, Mauricio Macri, y sus rivales del kirchnerismo una candidatura que encabeza Alberto Fernandez pero cuyo pilar es la vicepresidenciable, Cristina Kirchner.
Si el kirchnerismo gana las PASO por más de cinco puntos Macri saldrá muy debilitado. Dado que todo indica que va a ganar el kirchnerismo un triunfo por la mínima (de 2 a 4 puntos) colocaría al oficialismo con más opciones de acudir con opciones a la cita de octubre.
El analista Fernando Laborda en La Nación subraya que “una derrota en las primarias por tres puntos o menos, con Fernández no superando los 40 puntos sería festejada por el Gobierno. También por los mercados, que votarán el lunes con los resultados del domingo. «Un escenario de virtual empate o una derrota de Macri por escaso margen en las PASO habilitaría un rally al alza de acciones y bonos argentinos», pronostica Mariano Sardáns, CEO de la gerenciadora de patrimonios FDI. ¿Pero qué ocurriría, en cambio, si este domingo la fórmula kirchnerista se impusiera por una diferencia de seis puntos o más y superara con claridad los 40 puntos (43 a 37, por ejemplo)? Es probable, de acuerdo con economistas consultados, que los mercados también voten y que la tensión derive en una mayor presión cambiaria y en un incremento del riesgo país, aun cuando nadie pueda asegurar que la elección esté totalmente definida”.
En tercer lugar, es importante ver cuál será el grado de polarización. Todo indica que entre macrismo y kirchnerismo sumarán el 80% de los votos en las PASO. Esto hundiría las opciones de las terceras fueras (sobre todo Roberto Lavagna) y provocaría un corrimiento de votos hacia Macri que incluso podría soñar con ganar en primera vuelta. Para ello necesita llegar en octubre al 45% de los votos.
Como señala Fernando Laborda en el diario La NACIÓN, “Por distintas razones, tanto a Macri como a Alberto Fernández y Cristina Kirchner les conviene la polarización. Al actual presidente, porque sabe que algunos de los terceros candidatos en discordia, como Roberto Lavagna , José Luis Espert o Juan Gómez Centurión pueden dar albergue a ciudadanos que en las últimas dos elecciones nacionales se inclinaron por Cambiemos y que hoy no ocultan distintos niveles de desencanto con el Gobierno. Al kirchnerismo, también le conviene la polarización porque, creyéndose adelante en las encuestas de intención de voto, deberá forzar un acercamiento hacia el umbral del 45 por ciento de los votos en octubre, algo que no logrará sin votos prestados”.
De hecho esa es también la ambición del kirchnerismo: ganar en primera vuelta porque en un balotaje todo el voto antikirchnerista tiende a unificarse en el mal menor lo que favorecería a Macri lo que desvela la fuerte división que preside el país.
Sergio Suppo en La Nación, “hija de los desvaríos hegemónicos, hermana del conflicto del campo, la grieta en la que el país hará hoy un ensayo general de votación es nieta del bipartidismo del siglo pasado. Con un poco de atención, la grieta que separa a los dos bandos descubriría que en su árbol genealógico están las diferencias políticas de la Revolución de Mayo y de los choques ideológicos y bélicos previos a la organización nacional”.
Por último habrá que estar muy atentos a lo que ocurra en la provincia de Buenos Aires.
Representa el 37 % del padrón electoral y más el 30 % del PBI. Históricamente, el peronismo solo perdió dos elecciones en este distrito. En esta ocasión, la gobernadora María EugeniaVidal, aliada de Macri, irá en busca de su reelección frente a la fórmula kirchnerista de Axel Kicillof y Verónica Magario. La Gobernadora llega a estas elecciones como una de las políticas con mayor imagen positiva y habiendo realizado una gestión muy bien valorada por una parte de los bonaerenses. Sin embargo, su líder político Mauricio Macri está muy por debajo de ella en las encuestas realizadas en este distrito lo que se convierte en un gran hándicap para ella.