(José Juan Ruiz)-. “La singularidad del continente es que nunca descarta definitivamente ninguna de las opciones posibles. La consecuencia es inevitable: los viejos problemas y las ambiciones de siempre resurgen una y otra vez. Se cruzan, se repiten y crean laberintos reconocibles que se bifurcan hasta el infinito. Y haciéndolo crean el desánimo del continente que siempre es el continente del futuro”.
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